El funcionario analizó la situación y su impacto en el Partido, explicando que “la obra pública debe verse como un concepto que activa la economía y después derrama”. En su análisis, el secretario indicó que, mientras no se entienda de esta manera, Olavarría sufrirá diversas consecuencias.
Una de ellas es la pérdida de más de 1.500 puestos de trabajo, un nivel de desempleo que no se registraba desde la pandemia en 2020. Además, esta pérdida se tradujo en un incremento en los requerimientos de Desarrollo Social y Atención de la Salud por parte de la comuna.
Fariña también señaló el impacto en los ingresos municipales. A la fecha, el Derecho de Explotación de Canteras registró una caída de casi 25% interanual. Según el funcionario, este derecho conforma prácticamente el 19% del presupuesto local, por lo que su caída se traduce en una merma del 5% en los ingresos del municipio.
El Secretario finalizó expresando el desacuerdo del Gobierno local con el parate de la obra pública: “Nosotros no acompañamos el parate de la obra pública como modelo de gestión, vamos exactamente por la contraria. Vamos a seguir apostando por la obra pública, que entendemos que derrama, trabajan los corralones, moviliza la economía”.
Además de los impactos económicos y fiscales, Fariña reveló que diversas obras importantes se vieron paralizadas en el Partido. Entre ellas, la construcción del Colector Cloacal Norte, que privará a varios barrios de la ciudad del acceso a cloacas. También se suman la culminación de la urbanización de lotes en el barrio Coronel Dorrego y la construcción de un Centro Cultural en la ex Estación “El Provincial”, así como el acceso a Sierras Bayas y la Facultad de Ciencias de la Salud.