El apoyo a la medida provino del interbloque peronista, parte de la UCR, el PRO y varios legisladores provinciales. Ahora, el proyecto pasará a la Cámara de Diputados, que se perfila como el ámbito de negociación entre las provincias y la Casa Rosada. Para el Presidente Javier Milei, la Cámara Baja es un terreno menos hostil, a pesar de las recientes derrotas.
El proyecto de los ATN, impulsado en julio por gobernadores, había conseguido un amplio respaldo en la votación inicial del Senado, con 56 votos afirmativos y apenas uno en contra. La ley, sancionada el 20 de agosto, proponía que los recursos del fondo, destinados a atender “desequilibrios financieros y situaciones de emergencia”, fueran distribuidos “en forma diaria y automática”, e integrados a la masa coparticipable.
En los fundamentos de su veto, el Poder Ejecutivo sostuvo que la naturaleza de los ATN difiere sustancialmente de la coparticipación, ya que son un instrumento extraordinario y de aplicación discrecional. La Casa Rosada argumentó que el fondo es una herramienta para dar respuesta a situaciones de emergencia que no pueden ser previstas por un sistema de reparto rígido, y que fue utilizado en el pasado para mitigar los efectos de la pandemia de Covid-19 y otras emergencias.