Entidades ruralistas denuncian que el Gobierno está utilizando el dinero destinado a mitigar inundaciones para planchar el dólar

La paralización de las obras de infraestructura hídrica en el marco del Plan Maestro Integral de la Cuenca del Río Salado —que integran Coninagro, la Sociedad Rural Argentina, Federación Agraria, UIA y Carbap— generó un fuerte reclamo de las entidades del campo, que acusan al Gobierno nacional de priorizar la especulación financiera sobre la seguridad de los ciudadanos y la producción. La denuncia apunta a un hecho concreto: el Fondo de Infraestructura Hídrica cuenta con 174.060 millones de pesos, pero 154.676 de esos millones fueron colocados en plazos fijos y LECAPS, mientras los trabajos permanecen estancados y un millón de hectáreas inundadas de la provincia siguen bajo el agua. Los distritos del Séptima más afectados son Bolívar, Olavarría, General Alvear, Tapalqué y Roque Pérez.

En nombre del Consejo Asesor del Plan Maestro del Salado, el dirigente de Carbap Alberto Larrañaga fue contundente con su reclamo: “El Fondo Hídrico Nacional, creado en su momento para atender los requerimientos del Plan Maestro, acumula casi 175.000 millones de pesos y las obras se paralizan por deudas que no llegan al 20% de esa cifra; esto no resiste el menor análisis, es inexplicable e inaceptable”. Para Larrañaga, la falta de acción se ha convertido en una tragedia para productores y vecinos.

Las obras interrumpidas corresponden al “Tramo IV” del Plan Maestro, que abarca desde el puente de la Ruta 205, en Roque Pérez, y se extiende hasta las cercanías de la localidad de Ernestina, en el partido de 25 de mayo.

Larrañaga denunció que “estamos otra vez en medio de una crecida del río y en ese cuello de botella está la gente como rehén de algo inconcebible, que solo requiere decisión política y de ninguna manera amenaza el equilibrio fiscal, porque los recursos están disponibles, durmiendo la siesta en el Banco Nación, que es el depositario de los fondos del fideicomiso”.

El reclamo se intensificó con la primera de una serie de reuniones itinerantes del Consejo Asesor en la ciudad de Chacabuco, donde se insistió en la necesidad de asegurar la continuidad del Plan Maestro, que incluye obras complementarias consideradas “no secundarias, sino prioritarias, para llegar como las ramas de un árbol a los rincones de la cuenca”.

En el encuentro también se hizo hincapié en la urgencia de los tiempos. «No podemos admitir más dilaciones. Van más de veinte años de ejecución y si seguimos a este paso van a demorar cinco, mientras la gente no puede seguir esperando más”, remarcó Larrañaga. Se espera que el plan de reuniones continúe en General Villegas, Junín, Ernestina y Navarro.

Para algunos analistas, la situación es una «metáfora brutal del eterno drama argentino». El Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica, que se financia con el impuesto sobre los combustibles que pagan los conductores, dejó de proveer recursos para el Plan Maestro para pasar a ser una suerte de reserva destinada a comprar títulos públicos –como las LECAPS– y así evitar que los pesos vayan en búsqueda de dólares a precios subsidiados.

El hecho de que el Gobierno utilice estos fondos para «dibujar” el precio del dólar ha generado que una de las principales zonas agropecuarias de la provincia se inunde y quede fuera de producción, afectando así a un importante generador de divisas del país. Se ha sugerido que los economistas detrás de esta política realicen una «gira obligatoria» para ver las consecuencias de sus decisiones y la realidad de los tambos, familias aisladas y silobolsas rodeados de agua.

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