La comisión investigadora de la criptoestafa $LIBRA, presidida por el Diputado Maximiliano Ferraro, había citado a Melik con un objetivo claro: que explicara por qué el organismo que dirige no había iniciado una investigación formal en torno al escándalo. Sin embargo, en un gesto de abierta confrontación con el Poder Legislativo, Melik se negó a recibir la notificación en su despacho, obligando a un oficial de la comisión a dejar la nota pegada en la puerta.
La actitud del titular de la OA lo coloca al borde de un apercibimiento judicial, una medida que sería un paso sin precedentes. Ferraro, en una dura declaración, acusó al Gobierno de Milei de “evadir y bloquear” las explicaciones necesarias y le recordó al Presidente la importancia de que el Congreso pueda ejercer su rol de contralor.
Además de Melik, la comisión también había citado a Florencia Zicavo, una funcionaria del Ministerio de Justicia que había estado a cargo de una unidad de investigación interna del Gobierno sobre el mismo caso, pero que fue cerrada de manera abrupta sin que se conozcan sus hallazgos.
La negativa a colaborar por parte de los funcionarios evidencia el creciente conflicto entre la oposición y el Gobierno en torno a un caso que –junto con el esquema de coimas que se habría descubierto en la Agencia Nacional de Discapacidad– es el mayor escándalo de la administración Milei.