Sin embargo, el revés electoral fue visto con otros ojos por el ex Presidente Mauricio Macri, quien se había mantenido en silencio durante la campaña. Es que Macri no da puntada sin hilo, y ve en este fracaso una oportunidad para ganar mayor influencia en el Gobierno de Milei, al que percibe en una posición de debilidad.
Luego de dejar que la alianza libertaria-liberal chocara de frente en las elecciones bonaerenses, Macri busca asegurarse que sus sugerencias no vuelvan a ser desestimadas por Karina Milei.
En este contexto, la alianzao con La Libertad Avanza queda seriamente herida. La derrota obligará a las distintas facciones del PRO a replantear su rol, tras el llamado de atención de la ciudadanía para que el Gobierno nacional enderece el rumbo económico y demuestre más humildad, entre otros reclamos.
Así, el sector de Macri esperará hasta después de las elecciones de octubre para redefinir el marco de alianzas y el armado de bloques en el Congreso, dependiendo de cómo reaccione Milei. Y el electorado, claro.