El radicalismo correntino confirmó su histórico predominio en la provincia con un triunfo que no dejó lugar a dudas. Juan Pablo Valdés, hermano del actual mandatario Gustavo Valdés, se consagró gobernador con el 51,70 % de los votos y garantizó la continuidad del oficialismo local. La magnitud del resultado dejó en claro la fortaleza del espacio gobernante, que logró retener el poder en primera vuelta y sin sobresaltos.
El segundo lugar fue para el peronista Martín “Tincho” Ascúa, quien reunió el 20,02 % de los sufragios. Aunque muy lejos del vencedor, el dirigente justicialista consiguió consolidarse como la principal alternativa opositora. Detrás se ubicó Ricardo Colombi, histórico referente del radicalismo, que cosechó un 16,76 %, lo que confirma la fractura interna dentro de la propia UCR correntina.
Sin embargo, el dato más resonante de la jornada electoral fue el desempeño de La Libertad Avanza. Lisandro Almirón, su candidato, apenas logró el 9,57 % de los votos, quedando relegado al cuarto puesto. El resultado fue especialmente llamativo porque el libertarismo había apostado fuerte a la campaña en Corrientes: Almirón contó con la presencia de Karina Milei y Martín Menem, figuras de primera línea a nivel nacional que intentaron traccionar votos para la fuerza gobernante en el país.
El resultado expone así un contraste: mientras la UCR consolida su ya histórico control territorial en Corrientes, el espacio libertario evidencia debilidad en las provincias, incluso en aquellas donde había buscado instalarse con apoyos políticos y presencia mediática. La performance de LLA por debajo del 10 % abre interrogantes sobre su capacidad de construir poder territorial más allá del arrastre presidencial de Javier Milei.