“El estado de abandono por la paralización está generando accidentes en las rutas, pérdidas para el erario público y deterioro en el bienestar de los bonaerenses”, sostuvo Kicillof, en alusión también a la situación de municipios como Olavarría, Azul, Saladillo o Bolívar, atravesados por obras nacionales inconclusas. El mandatario explicó que se pedirá a la Legislatura “herramientas para continuar las obras, rescindirlas o recuperarlas desde la Provincia” y, al mismo tiempo, facultades para “profundizar los reclamos jurídicos por los perjuicios y fondos adeudados”.
En la Séptima, donde viven más de 280 mil electores, el deterioro de las rutas nacionales y la paralización de proyectos de infraestructura impactan directamente en la producción, el transporte y la vida comunitaria. “Desde el comienzo del Gobierno de Javier Milei hemos recibido los reclamos de todos los sectores damnificados: el estado actual de la obra pública detenida es crítico”, agregó el Gobernador.
Con los comicios provinciales a la vuelta de la esquina, la iniciativa no solo busca reactivar obras como la Autopista Presidente Perón, el dragado del Río Salado o trabajos en Bahía Blanca, sino también marcar un contraste político con la Casa Rosada. “Nunca en la historia argentina estuvo absolutamente paralizada toda la obra pública de orden nacional”, subrayó Kicillof, antes de volver a exigir una reunión con Milei para discutir los efectos del ajuste en los municipios bonaerenses.
El mandatario provincial finalizó diciendo que “el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires va a hacer todos los esfuerzos para que Milei cumpla con sus obligaciones y, en caso de que insista en no hacerlo, no impida que nosotros podamos hacernos cargo de las obras».