García Cuerva lanzó duras críticas a Milei y Jorge Macri: «Para que el país avance es necesario dejar de lado el odio”

En el marco de la tradicional celebración de San Cayetano, el Arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, utilizó su homilía de hoy en el santuario de Liniers para lanzar críticas directas a los Gobiernos nacional y porteño. El prelado señaló que “más allá de lo que quiera opinar, la realidad es verbal y nos habla. Hay muchos hermanos que la están pasando mal, mucha gente que revuelve la basura no porque les guste, sino porque busca algo para revender, para comer; los jubilados y las familias no llegan a fin de mes”.

García Cuerva criticó la gestión del Gobierno nacional por el veto al aumento de las jubilaciones y a la Ley de Discapacidad. En su mensaje, el Arzobispo enfatizó que la Iglesia no puede desentenderse de quienes más sufren: «Somos custodios y guardianes de los más pobres, de los más débiles, de los ancianos que siguen esperando una jubilación digna, de los discapacitados y de todos los enfermos».

También cuestionó duramente las políticas del Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, en relación con los cartoneros. Al respecto, el prelado se refirió a las personas que revuelven la basura y afirmó que «no lo hacen porque les gusta, lo hacen por necesidad, como el hijo menor de la parábola que deseaba comer las bellotas que comían los cerdos».

Si bien sus críticas se centraron en las políticas oficiales, el Arzobispo también hizo un llamado a la comunidad y a la responsabilidad colectiva. «La responsabilidad de que estemos tan mal es de todos», sostuvo, y añadió que «para que el país avance es necesario dejar de lado el odio y buscar la cultura del encuentro y el diálogo”.

La celebración religiosa se realizó en paralelo con la tradicional marcha de San Cayetano a Plaza de Mayo por parte de movimientos sociales, la CGT, las dos CTA y diversas agrupaciones políticas, estudiantiles, religiosas y de derechos humanos.

Tras pronunciar la homilía, el arzobispo salió a bendecir a los fieles y, durante un breve contacto con la prensa, volvió a expresar su preocupación por la falta de acuerdos en el país: “Estoy preocupado porque no es grieta, es herida. Las grietas se dan en las paredes, las heridas se dan en los corazones, y está sangrando mucho, pero al mismo tiempo que sea una herida me da esperanza que cicatrice y para cicatrizar tenemos que tratarnos un poco mejor entre todos”.

García Cuerva agregó que “me parece que más allá de lo que quiera opinar, la realidad es verbal y nos habla. Hay muchos hermanos que la están pasando mal, mucha gente que revuelve la basura no porque les guste, sino porque busca algo para revender, para comer; los jubilados y las familias no llegan a fin de mes”.

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