En el rubro alimenticio, picó en punta Molinos Río de La Plata, la multinacional alimenticia argentina que vende marcas como Luchetti, Matarazzo, Cocinero y Terrabusi: comenzó a comunicar incrementos del 6 al 7% en fideos, del 7 al 8% en harinas comunes, del 9% en harinas 0000, del 9% enaceites y del 7% en aderezos.
Los incrementos están por encima del 1,6% del Índice de Precios al Consumidor del INDEC para junio, y más aún del rubro alimentos y bebidas, que solo se había incrementado 0,5%, y quedaron más cerca de la suba del 14% del dólar.
Otro rubro en el que hubo un incremento fue el de los vehículos cero kilómetro. Según publicó el diario, allí los aumentos van al 12%, como en el caso del Grupo Stellantis (Fiat, Peugeot, Jeep, RAM, DS).
Otra terminal en comunicar sus montos fue Ford, que anunció subas en promedio del 3%, con diferenciadas según el modelo. Las nuevas listas reflejan variaciones del 3,1% para Ranger y Territory, 3,3% para Maverick, 1% en Everest, 4% en Bronco Sport y 3,5% en su utilitario Transit. Siguiendo la línea de Stellantis, desde la marca del óvalo aclararon que, si se miran los aumentos de precios desde diciembre hasta la fecha, “la suba está por debajo de lo que fue la inflación acumulada y el movimiento del tipo de cambio oficial”.
Más allá de estos casos concretos, la situación general del costo de vida revela una complejidad mayor. Si bien la inflación mensual se mantuvo en un dígito bajo, la Canasta Básica Total (CBT), que define el umbral de pobreza, y la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marca la indigencia, no dan tregua. La CBT ya superó el millón de pesos para una familia de cuatro integrantes, lo que subraya que, aunque el índice general baje, los bienes más esenciales siguen subiendo a un ritmo que impacta directamente en la capacidad de subsistencia.
Este fenómeno muestra una brecha significativa entre la estabilización macroeconómica y la situación real de los hogares. A pesar de los esfuerzos por contener la inflación, el poder adquisitivo del salario y las jubilaciones sigue siendo el gran desafío, en un escenario donde las subas puntuales, como las que se vieron en alimentos y autos, se suman a un aumento sostenido del costo de vida que complica la economía de la mayoría de los argentinos.