La reactivación de estas cámaras representa un refuerzo sustancial para la capacidad de respuesta de las fuerzas de seguridad locales. Un mayor número de ojos electrónicos permite una vigilancia más exhaustiva del espacio público, facilitando la detección temprana de situaciones sospechosas, la disuasión de posibles delitos y la obtención de pruebas cruciales en caso de incidentes.
Desde el Centro de Monitoreo Municipal, personal especializado realiza un seguimiento constante de las imágenes captadas por estas cámaras. La información en tiempo real permite coordinar de manera más eficiente la intervención de la policía, el servicio de emergencias médicas y otros actores ante cualquier eventualidad. Asimismo, el material de archivo se convierte en una herramienta valiosa para la investigación de hechos delictivos y la identificación de responsables.
La recuperación de estas más de 60 cámaras se suma a la infraestructura de seguridad ya existente en Olavarría, consolidando un sistema de videovigilancia que busca brindar mayor tranquilidad a los vecinos y fortalecer la prevención del delito en todo el Partido.