La crisis presupuestaria en las universidades continúa movilizando a la comunidad luego del veto de Javier Milei al financiamiento de las universidades. En Tandil, el Consejo Superior del Rectorado de la Universidad Nacional del Centro realizó una sesión extraordinaria para analizar los pasos a seguir.
Con la mira en el presupuesto nacional del 2025, el rector Marcelo Aba abrió el encuentro y puso el foco en la temática de las auditorías, meses después de declarar la emergencia económica en la casa de altos estudios.
La rendición de los fondos universitarios
En primer lugar, Aba explicó que los fondos que ingresan a la Universidad “se rinden boletita por boletita” y detalló que “si son fondos extra presupuestarios, que son los menos pero tienen su volumen, están absolutamente rendidos”.
En esa línea, el rector de la UNICEN aseguró que “si hay un fondo que está en el presupuesto, no hay forma de no rendirlo” y confirmó como sucede en la enorme mayoría de las universidades que “el 90 por ciento de los fondos contemplados en el presupuesto se destinan a salarios”.
En consecuencia, reparó Aba, “incluso antes del primer día hábil de cada mes, el Gobierno ya tiene acceso al sistema que liquida y genera los pagos”.
Respecto al presupuesto destinado a los salarios, el rector agregó que “a partir de ese acceso al sistema se pueden corroborar cargos y horas de trabajo cumplidas”. “Nueve de cada 10 pesos que vienen, los rendimos y los pueden ver antes de que los paguemos”, aclaró.
En relación al 10% restante del presupuesto, Aba explicó que “se destinan al funcionamiento operativo de las facultades y que la ley establece que no se rinden”. De inmediato aclaró que de igual modo el Gobierno nacional “tiene pleno acceso a cualquier gasto, y puede conocer cuánto se gasta en electricidad por ejemplo o en cualquier otro servicio abonado”.
Sobre el argumento de las auditorías
Sobre la falta de auditorías que argumenta la gestión de Milei, el rector se preocupó por detallar que la UNICEN tiene además del control nacional “un sistema de auditoría interno que permanentemente está revisando lo que ocurre” y que además impone la ley de administración financiera.
Aba aclaró que esa auditoría “no es política” y detalló: “Hay universidades en las que el rector nombra al auditor, pero en nuestra universidad tenemos una tradición para que transversalmente las gestiones de auditoría interna sigan siendo siempre las mismas como mecanismo de reaseguro de que no las trae el rector de turno”.
El dirigente contó que hace dos meses la UNICEN acordó con la Auditoría General de la Nación (AGN) “facilitar el acceso del organismo a los sistemas universitarios y que tengan de primera mano la información total de los presupuestos”.
Además de esos controles Aba recordó que recientemente la Procuración del Tesoro de la Nación dictaminó que las universidades vuelvan a estar bajo la órbita directa de Sindicatura General de la Nación. “Eso que parece que cambió la historia de la humanidad, es en realidad volver a la situación que teníamos hasta el 2022. Durante 30 años esta universidad estuvo auditada por la SIGEN y nadie nunca detectó nada raro, no tenemos ningún problema”, aseveró el rector.
Para concluir, Aba eligió la ironía: “Si tenemos las rendiciones, tenemos la auditoría interna, tenemos a la AGN y a la SIGEN, ¿qué día entonces voy a buscar la plata? Porque ahora se acabaron los argumentos. Acá estamos hablando de que el Presidente dice que los rectores son todos unos chorros. Y él tiene todos los mecanismos para auditar a quién quiera. Los tiene a todos, no le quedó ninguno por usar. Basta de mentir con lo de la auditoría, estamos todos auditados, poné la plata”.