Una delegación militar estadounidense visitó la empresa argentina Fabricaciones Militares para comprobar las capacidades logísticas y comenzar a fabricar municiones para la OTAN y Ucrania. Tras mutar a Sociedad Anónima como consecuencia del mega DNU del presidente Milei, ingresarían a la hoy empresa estatal capitales privados extranjeros, en principio en el sector metalmecánico. El proceso comenzaría en la fábrica de Río Tercero, para luego avanzar sobre el resto de las plantas que FM tiene en el resto del país, incluida la azuleña FANAZUL.
La versión surgió de la delegación de ATE Córdoba en Río Tercero, encabezada por Federico Giuliani, donde se encuentra una de las plantas más grandes de Fabricaciones Militares y donde se produjo la histórica voladura de 1995. En esa sede, los representantes gremiales habrían sido notificados del cambio por parte de las autoridades de la compañía.
Además, Giuliani rechazó la pasividad gremial y aseguró que no se puede “permitir que el Departamento de Estado de Estados Unidos haga pie en nuestro país va en desmedro de la soberanía y democracia que supimos construir. Ante esto estamos en alerta”.
Recientemente, la compañía estatal cerró el ciclo de retiros voluntarios y recorte de personal. Según autoridades de la empresa, a los ofrecimientos se acogieron unos 240 empleados de los más de 1400 a nivel nacional.
El gobierno nacional ya dio el visto bueno y transformará la empresa argentina Fabricaciones Militares en una sociedad anónima. La idea es que los especialistas estadounidenses comiencen a trabajar a partir de septiembre y se ponga en marcha la producción de proyectiles, municiones y armamento de menor cuantía.
Si bien la Fabricaciones Militares había sido excluida de las empresas estatales a privatizar por la ley Bases del Gobierno de Javier Milei, fue alcanzada por el DNU que transformó a todas las empresas estatales argentinas en sociedades anónimas.
La administración estadounidense, necesitada de municiones por el conflicto bélico en Ucrania, impulsa que empresas privadas, norteamericanas, y en menos medida europeas, tomen el control de un sector de producción de la Fábrica Militar Río Tercero.
Además, Estados Unidos, busca quedarse con el control de algunas otras plantas que le permitan abastecer a Kiev. Las más viables son las plantas de Fabricaciones Militares en Azul (Buenos Aires), Villa María (Córdoba), Jáchal (San Juan) y Fray Luis Beltrán (Santa Fe).
